1 Pavo de 6 kg
1 y 1/2 tazas de cebolla cortada en pluma.
4 dientes de ajo picado fino.
3 cucharadas de romero fresco.
2 y 1/2 cucharadas sal.
4 cucharadas coñac.
½ cucharadita pimienta negra.
1 zanahoria cortada en rodajas.
1 ramita de apio cortada en rodajas.
1 cucharadita de ají de color.
2 cucharas de aceite de oliva.
2 Tazas de agua
½ taza de coñac
Poner entre medio de la piel y la carne de cada pierna 1/2 cuchara de sal, extendiendo bien la sal por el muslo y la pierna.
Poner entre medio de la piel y la carne de cada mitad del pecho del pavo ½ cuchara de sal, extendiendo bien la sal por la carne.
Dentro de la cavidad del pavo sazonar con ½ cuchara de sal.
En un recipiente mezclar la cebolla en pluma con 3 dientes de ajo picado, 2 cucharas de Romero, ½ cuchara sal, coñac y pimienta negra. Usar un a taza de esta mezcla y rellenar el pecho y las piernas del pavo , metiendo la cebolla cuidadosamente par no romper la piel. La otra ½ taza de cebolla mezclar con la zanahoria y el apio y ponerla dentro de la cavidad del pavo. Lo mantendrá jugoso y dará sabor.
Para bastir la piel: Mezcle el resto del Romero con 1 ajo picado, ½ cuchara sal, ají de color, y el aceite de oliva. Con una brochita pase la mezcla por toda la parte exterior del pavo.
Precalentar el horno a 170° C - 350° F.
Poner el pavo sobre una parrilla en la bandeja de hornear que tenga un borde de unos cuantos cm de altura. Poner 2 tazas de gua en la bandeja, ½ taza de coñac.
Tapar el pavo con papel aluminio y cocinar en el horno hasta que tenga el pavo una temperatura interior de aproximadamente de 160° F - 71° C. De vez en cuando bastear el pavo por encima con los jugos que van cayendo en la bandeja.
Destapar y seguir cocinando hasta que el pavo esté dorado y tenga una temperatura interior mínima de 170° F - 77° C, continuar basteando.
Cocinar el pavo alrededor de 3 horas.
Es ideal el tener un buen termómetro, con ello no hay manera que falle.
Dejar reposar el pavo ½ hora antes de cortar, así los jugos se reposarán y no se perderán tanto al cortarlo.
El líquido que haya quedado en la bandeja lo cuela y lo puede servir en la mesa tal natural como esté o lo puede poner en una olla pequeña y lo puede espesar con un poquito de maicena disuelta con un poquito de agua fría.
Nota:
Si no le gusta el ajo puede omitirlo, pero es muy bueno para la salud.
Es muy acostumbrado a rellenar el pavo con pan, nueces, vegetales, longanizas y otros productos más, pero yo aconsejo hacer el relleno aparte y cocinarlo y servir aparte.
El motivo es que cuando uno rellena el pavo y lo está cocinando, los jugos sanguíneos se penetran en el relleno. En el momento que el pavo está cocinado y tiene la temperatura adecuada el relleno todavía no está listo y eso puede que enferme a la gente con salmonela. Para evitar esto tendría que seguir cocinado el pavo hasta que el relleno tenga una temperatura interior de 165° F - 74° C, lo cual el relleno queda hecho pero la carne del pavo le quedará más seca.
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